Chicos:
Les dejo la tarea que les prometí ayer en clase.


Para mañana tienen que leer desde las páginas 181 a la 200 de "El mundo de Sofía", que luego analizaremos en clase.


Para el viernes 11 tienen que enviarme a mi casilla de correo de yahoo un resumen de los problemas filosóficos  tratados hasta el momento, y el contexto histórico en el que surgieron. Si quieren, pueden nombrar algunos filósofos y contar brevemente (sin desarrollar toda la teoría) cómo intentaron resolver esos problemas. Esto es para que veamos de qué manera la historia y la filosofía se relacionan y retroalimentan; es decir, tienen una relación dialéctica. El trabajo lo tienen que hacer de a dos.


Les recomiendo que aprovechen esa instancia para leer, estudiar y reflexionar juntos sobre la historia de la filosofía. Busquen, lean, investiguen, estudien y saquen sus conclusiones.


El trabajo tiene que tener, con letra Arial 12 e interlineado de 1.5, al menos una página y media.


Ése va a ser nuestro trabajo de integración del trimestre.


Saludos...

Estoicos
Epicúreos
Escépticos
Fundada por Zenón de Citio (Chipre, 333-264 a.C.), quien tuvo su propia escuela en el pórtico (del griego stoa) de Atenas, donde vivían con la sencillez que predicaban filosóficamente.
Fundada por Epicuro (341-270 a.C.) quien creó el Jardín, una escuela que quedaba cerca de la Academia de Platón.
Epicuro escribió más de 300 obras.
Los representantes de este movimiento son:
-Pirrón de Elis.
-Sexto Empírico.
-Cicerón.
En la Stoa se enseñaba lógica, física y ética, siendo ésta última la disciplina que mejor desarrollaron.
Epicuro estaba fuertemente influenciado por las ideas de Demócrito, ya que para él, el mundo es el resultado de átomos que se chocan en el vacío de forma azarosa.
Esta corriente de pensamiento no se puede considerar una escuela filosófica, sino un movimiento… una forma de filosofar.
Para ellos, el universo es un TODO ORDENADO, que fluye en un ETERNO RETORNO, determinada por las leyes de la naturaleza.
Esta concepción hizo que rechazaran la idea de destino. Si nada está prefijado, no hay por qué temerle al destino.
Para un escéptico radical no hay verdad que pueda ser afirmada.
Esto hacía que afirmaran que no existe el azar, sino la predestinación.
De este modo, cada uno debe responder por sus propios actos, teniendo sentido de la responsabilidad moral.
Esto hace que la actitud de vida sea de duda permanente, que permita al hombre juzgar cada cosa libremente.
Por lo tanto, lo importante es la búsqueda de la felicidad personal, llevando a cabo una vida conforme a la naturaleza.
Para los epicúreos lo más importante es el placer, la sensación y lo que esto produce.
Esta concepción lleva a los escépticos a afirmar que es necesario seguir investigando constantemente.
Para alcanzarla, hay que lograr ser impasible frente a los impulsos irracionales. (Apathía) De ahí que la palabra estoico signifique enfrentar el destino con virtud, coraje y dignidad.
Para lograr la felicidad, hay que vivir serenamente una vida placentera, buscando siempre los placeres permanentes… los del alma.
Lo bueno o lo malo están en función de las actitudes y no de los actos.
Esta concepción hizo que Epicuro afirma que no debía temerse a la muerte, porque ésta era la ausencia de toda sensación.
Otros representantes:
-Marco Aurelio.
-Séneca.
Realzaron el valor de la amistad y la vida sencilla, como formas de alcanzar la vida placentera que lleva a la felicidad.


Esta mesa, esta lapicera, los hombres, los árboles, toda esta realidad esta regida por leyes.
Una de las leyes es la del acto y la de la potencia, la cual explica como se producen cambios en la realidad.
Acto es lo que es en este momento, lo que sucede ahora.
Potencia es lo que puede llegar a se, lo que puede suceder.
Un árbol, por ejemplo, es acto. Como potencia es todo lo que le podría ocurrir, y que de algún modo, ya esta dentro de el. Este árbol puede llegar a ser madera, leña, mesa, silla, (esto es el árbol en potencia). Esto significa que nada puede ser sino lo que estaba “dormido” en su interior como posibilidad, es decir como potencia. Lo que es, es porque pudo haber sido. En esto no hay azar, no hay destino, no hay milagro, solo hay racionalidad.
Otro ejemplo muy claro es el de un niño en acto, que luego será hombre en potencia.
La realidad, por lo tanto es dinámica, movediza y cambiante. No sucede nada nuevo, nada que no tendría que haber sido. Lo que parece nuevo es la aparición de lo que ya estaba, solo que estaba oculto.
De esta manera, hay miles de verdades que a lo largo del tiempo se “des- cubren”. Pero para hacerlo se requiere de un elemento exterior, que debe ser en acto. Si todo se mueve, si en todo hay potencia que se vuelve acto y acto que se vuelve potencia de otros actos, debe haber un facto exterior que sea movilizador de ese movimiento. Ese elemento debe estar siempre en acto y debe ser perfecto. Desde mis creencias y mi fe, ese acto para mi es Dios.
Al igual que para Aristóteles, para mi ese Dios puede mover todo, pero no es movido por nada ni por nadie, y esto es lo que lo hace perfecto, lo que lo hace que sea todo lo que puede ser, que no pueda cambiar y que sea eterno.

Lo real, o la realidad, son términos en los que he pensado mucho últimamente. Pero esto no quiere decir que tenga la seguridad de lo que es o significa, sino todo lo contrario. Cada vez tengo menos idea de lo que me representa esa palabra, porque puede que tenga una única y sencilla explicación, o también se puede llegar a ver de numerosos y variados puntos de vista. ¿Por qué digo esto? Porque últimamente tuve una experiencia que me hizo dudar del significado y la existencia de “lo real”.

Esta experiencia fue mi mudanza, ya que en mi anterior hogar vivía una realidad completamente diferente a la que tengo ahora, y creo que se entiende porque, diferente entorno, distinta casa, escuela y compañía, estar aun mas alejada de toda mi familia y amigos, resumiendo: otra realidad. Me es increíble que menos de 700 km. De distancia puedan cambiar tanto una realidad. Esto mi hizo surgir varias preguntas: ¿existe una sola realidad en la vida de un hombre? ¿y en el mundo? ¿Existe algo lo suficientemente real para que no muera nunca? ¿Viviremos en una realidad?

Y como si esto fuera poco, esta materia me hizo dudar aun más de ella, como por ejemplo: la teoría de la caverna de Platón, o las diferentes miradas del mundo de los filósofos que hemos visto, como Aristóteles, Sócrates, Platón y los filósofos de la naturaleza. Todos tienen diferentes formas de ver la realidad, pero sin embargo no se puede afirmar ni refutar ninguna de ellas. Ninguna es totalmente verdadera ni totalmente falsa. Pero no sólo ellos cuentan su realidad, sino que las personas también vivimos diferentes versiones de ellas, por ej.: no s la misma realidad la de una persona pobre, y una persona con una buena posición económica, o no es lo mismo vivir en África que en EEUU, etc.

Por esto me pregunte sencillamente si existe la realidad, ya que se puede mirar de diferentes puntos de vista y tener varias versiones de ella, o solo podemos detenernos, mirar, pensar y decir que la realidad es esto, u mundo lleno de dudas e incógnitas que tal vez nunca se resuelvan.

Al leer esta poema no me vinieron buenas impresiones acerca de la autora porque podes ver reflejado en él que oculta una angustia impresionante. La lila como ejemplo es fundamental, porque las flores se deshojan rápidamente a falta de agua, para mi la autora tomó como referencia a esta lila para reflejar lo que ella estaba sintiendo en ese momento. Por la curiosidad que me transmitió este poema decidí averiguar acerca de la vida de esta mujer. Y ahí fue cuando me di cuenta de que era evidente lo que decía.

Tuvo una vida llena de amarguras, de angustias que nunca pudo ocultar. A los 19 años lanzó su primer libro de poemas, en el cual ella derramaba todo lo que sentía, todo lo que le estaba sucediendo. Por siempre será una mujer muy aclamada por la sociedad, por los grandes poemas que ha escrito. Es fabuloso como refleja cada uno de sus pensamientos en sus obras.

Necesitó tratarse con psicólogos, y también fue internada en un hospital psiquiátrico, en el cual le dieron permiso de pasar un fin de semana en su departamento y ahí fue cuando con tan solo 36 años de edad se quitó la vida, por sobredosis de seconal sódico.

Es inexplicable contar lo que ella sentía, pero acá pongo algo que ella dijo una vez en un mezcla de autocompasión y autocrítica: “De pronto me admiro de todo lo que hice. De mis papeles. Algún día van a estar en el museo (de algún Instituto Psiquiátrico). A su lado habrá un cartel: Poemas de una enferma de diecinueve años. Imposibilidad de razonar. Nunca meditó. Jamás reflexionó. Ninguna vez pensó. Parece ser que es sensible. Propensión de considerarse genial, agresiva. Acomplejada. Viciosa. No muerde.”

Me sorprendió mucho encontrarme con una persona tan sensible en el mundo. Que hasta lo más mínimo que pasara a su alrededor, de alguna u otra forma, apareciera plasmado como una carga más para sentirse mal.

Estamos atravesando un tiempo donde lo “efímero” domina. No sólo en los objetos, sino también en los lazos. Es decir, la sociedad está acostumbrada a cosas que duran poco, la misma palabra no se somete a ningún tipo de compromiso o responsabilidad, tranquilamente se la puede llevar el viento. Los lazos de amistad y familia se han debilitado, el matrimonio pasó a ser un momento transitorio en la vida.

Por otro lado, los objetos pasaron a ser “descartables”, se renuevan constantemente debido a la cultura consumista que nos mete en la cabeza la idea de que tener lo último nos hace mejores personas. Los valores tampoco son los mismos, hoy no nos importa lo mismo que nos importaba ayer. Todo ocurre a una velocidad que no nos deja alcanzar a entender qué nos pasa.

La oposición entre lo duradero y lo transitorio da más valor a las cosas y a las personas, pero ahora prácticamente todo es efímero, nada se puede valorar, no hay medida de hacerlo. Me parece que se debería tomar conciencia de este ritmo y tipo de vida que llevamos, ya que no deja que disfrutemos las pequeñas cosas que nos dan alegría. Por otro lado, creo que nuestro cuerpo, al ser tan vulnerable, no soportará esta exigencia, y nos dirá basta a temprana edad.

LA MUERTE

Si morimos es porque vivimos. Pero ¿Por qué morimos?, ¿qué es la muerte? ¿Quién puede darnos esa respuesta? ¿Para qué vivimos si vamos a morir? ¿Qué hay después de la muerte? Estas preguntas son existencialistas y más de uno alguna vez se las planteó.

La muerte, ¿Es el fin de la vida o la vida es eterna? Muchos juegan con la muerte, la provocan, otros la esperan y otros luchan hasta último momento para vivir. Cuando se muere alguien querido lloramos, pero si está con Dios ¿Para qué lloramos? ¿Dios existe? ¿Por qué se lleva a gente que no se tiene que llevar? ¿Por qué mueren los justos y los ladrones viven? Es increíble pensar como en un segundo uno pasa de estar vivo a estar muerto. La muerte es tan delgada como la línea que la divide de la vida (Indio Solari). Pero, ¿Qué es estar muerto? ¿Significa que nuestro cuerpo deja de funcionar? ¿Y qué ocurre con el alma?

Lamentablemente todos vamos a morir algún día. No se sabe cuándo, cómo, ni dónde. La muerte es un misterio, nadie del “más allá” ha regresado para contarnos lo que es pero sin embargo muchos le temen como si supieran que significa. Sócrates decía “el temor a la muerte no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber aquello que no se sabe”.

El concepto de muerte no es igual para todas las personas. Podemos coincidir o discernir pero cada pensamiento es válido ya que todos vamos a pasar por ella. Para algunos la muerte puede estar más próxima y saberlo, y esto ayuda a valorar más la vida. Pero a otros nos puede tomar de sorpresa. Por ende, la muerte, puede ser predecible en algunos casos y en otros no.

La muerte forma parte del ciclo de vida de cada individuo. Como nacemos también morimos. Pero no es tan terminante. Nacemos de cuerpo y alma y morimos de cuerpo, ya que nuestra alma sigue viva, es eterna, es por eso que el mantenerla viva nos corresponde a cada uno alimentándola día a día con la fe y haciendo el bien. De esta manera, la muerte no es un final a nuestras vidas, sino que continúa la vida de nuestras almas.

En conclusión, creo que cada uno tiene su postura frente a la muerte. Desde mi punto de vista creo que debemos aprovechar el día a día, no por miedo a la muerte, sino porque sabemos que algún día llegará y prefiero quedarme con el recuerdo de que la disfruté. También pienso que son pocos los que piensan en el día que morirán ya que para muchos la vida se basa en quien tiene más dinero o poder y no la aprovechan siendo felices, o su felicidad se basa en cosas materiales. ¿Para qué querer ser el más rico temporalmente si algún día moriremos? Es increíble, pero lamentablemente es así.

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