Estamos atravesando un tiempo donde lo “efímero” domina. No sólo en los objetos, sino también en los lazos. Es decir, la sociedad está acostumbrada a cosas que duran poco, la misma palabra no se somete a ningún tipo de compromiso o responsabilidad, tranquilamente se la puede llevar el viento. Los lazos de amistad y familia se han debilitado, el matrimonio pasó a ser un momento transitorio en la vida.

Por otro lado, los objetos pasaron a ser “descartables”, se renuevan constantemente debido a la cultura consumista que nos mete en la cabeza la idea de que tener lo último nos hace mejores personas. Los valores tampoco son los mismos, hoy no nos importa lo mismo que nos importaba ayer. Todo ocurre a una velocidad que no nos deja alcanzar a entender qué nos pasa.

La oposición entre lo duradero y lo transitorio da más valor a las cosas y a las personas, pero ahora prácticamente todo es efímero, nada se puede valorar, no hay medida de hacerlo. Me parece que se debería tomar conciencia de este ritmo y tipo de vida que llevamos, ya que no deja que disfrutemos las pequeñas cosas que nos dan alegría. Por otro lado, creo que nuestro cuerpo, al ser tan vulnerable, no soportará esta exigencia, y nos dirá basta a temprana edad.

2 comentarios:

Me gusto mucho lo que escribio Malee, y coincido mucho con ella cuando escribe " Los lazos de amistad y familia se han debilitado, el matrimonio pasó a ser un momento transitorio en la vida."
ya que creo que todos en un momento de nuestras vidas nos ah tocado vivir eso.

A mi también me gusto lo que escribió Malena! Y estoy completamente de acuerdo. No tomamos conciencia de lo rápido que cambia todo, las cosas, las relaciones, la gente y sobre todo nosotros mismos.

Seguidores