Comenzamos a compartir los relatos de cada uno de ustedes. Aquí tenemos el primero, que nos hace pensar algunas cosas sobre la belleza.

¿Qué reflexión les permite hacer este mito?




Mito sobre la belleza



Los nombres por los que hoy conocemos a los Dioses, eran asignados a ellos una vez adultos; ya que estos debían demostrar a la perfección cómo eran o a quien de sus familiares se parecían.

Un día nació una niña, que al crecer esperó recibir un nombre. Fue un dilema conseguirlo, pues tanto para los familiares como para el pueblo entero era la Diosa más hermosa. Para algunos se parecía a su padre Héctor Apariencia y para otros a su madre Fabiola Esencia.


Al final la niña fue llamada Belleza. Y según quien la contemplase se parecía a su madre, a su padre o a ambos.

Hoy en día todavía nos seguimos preguntando ¿será Belleza como Apariencia, o como Esencia? Tal vez ambos o tal vez como algún otro familiar.

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